![]() |
Pedro Reina, Pedro y Juana, 2025 |
Juana Andrea Solórzano, la esposa del teniente de Caballería Pedro Camejo, conocido como Negro Primero, nació en el pueblo de San Juan de Payara, en la década del noventa del siglo XVIII, nació Juana Andrea Solórzano. (Esto se deduce porque en el año 1846, ella se consideraba “en avanzada edad” y para esa época una persona que superaba los 50 años podía ser considerada en edad avanzada).
Esta mujer es mencionada en la Leyenda Histórica El Negro Primero como Bizarra. Este apodo nos da una idea de que Juana era una mujer “valiente, intrépida, osada, audaz, esforzada”.
En dicha Leyenda Histórica, Juana Andrea es descrita como una “hermosa Zamba llanera”. Por lo cual sabemos que era hija de padres de origen africano e indígena.
Juna Andrea Solórzano como muchos ancianos, mujeres y niños, siguió al General José Antonio Páez buscando protección. Este General antes de ir a los campos de batalla dejaba bajo custodia a la emigración de mujeres, niños, ancianos y soldados heridos.
El general Páez antes refiere que antes de la batalla del Yagual, dejó en los médanos de Araguayuna, distantes dieciséis o dieciocho leguas de Achaguas. En donde Páez antes de la batalla de El Yagual dejó a las mujeres, niños y los hombres inútiles para la campaña bajo la custodia de una compañía de caballería mando del capitán Pablo Aponte.
La zamba Juana Andrea en el Ejército actuaba como tropera, cocinando para los soldados, lavando ropa, cargando armas y pertrechos para los soldados del catire Páez. También ayudaba en el cuidado de heridos y parturientas.
Juana Andrea conoció al robusto negro Pedro Camejo, cuando este hombre de “gran valor, y sobre todo muy buena lanza” se incorporó al Ejército patriota comandado por el General Páez (octubre 1816). Esto queda demostrado cuando Camejo le cuenta al Libertador Simón Bolívar que en 1813 fue a la guerra a buscar fortuna, a conseguir tres aperos de plata, para compartirlos con sus amigos Mindola y Juan Rafael y a ella no la menciona y ella no la menciona.
Este negro rudo que se lanzaba de primero dando pruebas de valor todos reñidos encuentros que tuvieron contra los realistas, por lo que fue apodado Negro primero, se enamoro de ella y logró obtener su sí y hacia el año 1818. Por el certificado del padre Julián de Santos párroco de San Fernando de Apure, no queda duda que el matrimonio se realizó en San Juan de Payara y seguro que por el cariño que Páez le tenía al negro, el día del casamiento, realizó una gran fiesta con carne asada, bebidas típicas y buena música llanera.
![]() |
Diego Pérez Polania, Pedro y Juana con inteligencia artificial, 2025 |
Rojas en su Leyenda Histórica, escribe que “en cierta mañana: al presentarse Camejo delante de Bolívar, éste le dice:
“— ¿Es cierto que usted, para obtener el sí de Bizarra la amarró a una palma y la fustigó con doscientos azotes?
“El Negro, que no aguardaba semejante pregunta, miró a derecha e izquierda, y encontrándose entre la verdad del hecho y la indelicadeza de confesarlo, cruzó los dedos de sus manos, y formando cinco cruces exclamó:
“— Por este puño de cruces, mi General, que es mentira cuanto le han dicho respecto de Bizarra.
“Este es el juramento falso de los pueblos de Venezuela. Con el cual pudo el llanero salvarse de nuevo interrogatorio”.
Una vez leído este diálogo cabe preguntarse: ¿Estaría presente el Libertador en la boda de Juana Andrea con Pedro José Camejo? Y la respuesta es: probablemente el Libertador estuvo presente en la boda porque ese mismo año visitó Apure por vez primera, y Negro Primero “poseía la candidez del hombre en su estado primitivo y uno de esos caracteres simpáticos que se atraen bien pronto el afecto de los que lo tratan”.
En ese mismo año, a su amado esposo por ser “uno de los más valientes Defensores de la república" que en todas las batallas contra los realistas, exponiendo su vida se lanzaba de primero "con el mayor arrojo y esfuerzo hasta destruirlos y aniquilarlos, quedando en uno de ellos al rigor de una bala manco de un pie e impedido para trabajar, pero no para seguir en el servicio, en el que ha manifestado mayor voluntad no perdiendo acción en que no se presente en el ser primero en arrojar a los tiranos".
Por estos servicios la República, deliberó recompensarlo, donándole como Haber Militar el hato Chaparralito en jurisdicción hoy de El Yagual municipio Achaguas. Esta donación fue confirmada por Simón Bolívar el 4 de abril de 1821.
En San Carlos de Cojedes en los días anteriores a la batalla de Carabobo, Juan Andrea atendió a su amado esposo que se encontraba quebrantado de salud por algunas heridas recibidas en los combates y porque se le había agravado la herida del pie. (Su esposo no estaba en condiciones para combatir, pero por sobre las dolencias se impuso un doble deber: el de estar al lado de su venerado General Páez).
El 24 de junio, El Primero (como Juana lo llamaba) a pesar de su quebrantada salud combatió en la batalla decisiva de Carabobo en donde "a los primeros tiros, cayó herido mortalmente, y tal noticia produjo después un profundo dolor en todo el ejército. Bolívar, cuando lo supo, la consideró como una desgracia, y se lamentaba de que no le hubiese sido dado presentar en Caracas aquel hombre que llamaba sin igual en la sencillez, y, sobre todo, admirable en el estilo peculiar en que expresaba sus ideas”.
El 14 de septiembre de 1821, desde San Juan de Payara el General Páez le escribió al Presbítero Trinidad Travieso la siguiente carta en la que se nombra a Juana Andrea Solórzano:
“Habiéndome comunicado el Teniente Pedro Camejo las últimas disposiciones antes de su fallecimiento, el día de la gloriosa acción de Carabobo, y siéndome preciso elegir una persona de mi confianza que las ponga en ejecución, modeladas por aquel Benemérito Defensor de la Patria, comisiono a usted para este fin, bajo las siguientes instrucciones: pago de deudas y destinar parte del sobrante a sufragios. Se encargará usted de todos los bienes conocidos de la propiedad del Teniente Pedro Camejo o por donación que le hiciere el estado o por su agencia personal; y la otra parte la entregará a su esposa Juana Andrea Solórzano”.
La historia cuenta que las tierras y el ganado del hato Chaparralito, que el general Páez le había donado al Negro Primero en 1818, por su entrega a la causa de la independencia, fueron vendidas a José Miguel Mirabal. Nadie cuenta que otros bienes tenía Negro Primero, que le fuera donado el Estado o que él hubiera obtenido por agencia personal, tampoco se cuenta cuáles eran sus deudas y que «otra parte» el padre Travieso le entregó a su esposa Juana Andrea. Lo que si se cuenta es que en 1846, la viuda residenciada en San Fernando de Apure, casi tocaba “a las puertas de la mendicidad”, en 1846 que reclamó la pensión de Montepío militar.
Porque Juana Andrea Solórzano no sabía escribir firmaron las solicitudes a ruego de ella los señores C Gamarra y del señor Manuel Betancourt
Debió demostrar con testigos que era pobre de solemnidad y que vivía honradamente sin obtener otros bienes que los que le proporcionaba su trabajo personal; esto la llevó a recurrir al General Páez, quien en papel oficial que tenía un valor de “dos reales”, le otorgó el siguiente certificado:
“Certifico que el ciudadano Pedro Camejo, se incorporó y tomó servicio en el Ejército de mi mando en esta Provincia el año de 1816, y que los continuó hasta el de 1821, que murió en el campo de Carabobo por una herida que recibió de arma de fuego en el momento del combate, y que por su valor sobresaliente mereció el acenso de Teniente de Caballería, habiendo principiado su carrera de soldado raso: Y a pedimento de la señora Juana Andrea Solórzano, viuda del citado Camejo y para fines que le convengan, le doy esta, que firmo en los Borales del Frío, el 13 de mayo de 1846”.
Con el certificado del General José Antonio Páez y los testigos comandante Miguel Pérez de 51 años de edad y el coronel Juan Antonio Mirabal de “de sesenta y pico de años”, se presentó la viuda de Camejo al Tribunal de Primera Instancia de San Fernando de Apure para pedir justicia.
En el tribunal Miguel Pérez y Juan Antonio Mirabal declararon que esta mujer que era pobre de solemnidad y se mantenía honradamente con su trabajo personal, fue legítima esposa del Teniente de Caballería Pedro Camejo, quien “murió con este grado en el Campo de Carabobo el 24 de junio del año 1821, peleando contra los enemigos de la libertad”.
Juana Andrea también recurrió al Párroco de San Fernando de Apure, el padre Julián de Santos, quién certificó que “la partida de matrimonio de Pedro José Camejo, con Juana Andrea Solórzano, no existe en el archivo de esta Santa Iglesia Parroquial. Y para los efectos que corresponde doy esta que firmo en San Fernando de Apure a 22 días del mes de Julio de 1846”.
El mismo día, en la misma hoja, el padre Santos también certificó “que algunos libros parroquiales correspondientes a la Iglesia de San Juan de Payara, que existían en este archivo de San Fernando fueron destruidos por los insectos, siendo Párroco el Venerable Juan Bernardo García”.
Los cinco folios que contienen las declaraciones y demás extremos de la ley expedidos por el juzgado de primera Instancia de San Fernando, están elaborados en papel común ordinario y tienen la siguiente nota firmada por el secretario Rosales: “Se devuelven estas diligencias a la interesada, quien apareciendo ser pobre de solemnidad no debe de abonar ningún derecho al ramo de justicia”.
Juana Andrea finalmente, formuló su solicitud ante el presidente de la República, con todos los recaudos necesarios, incluida además una carta de la junta de Montepío de San Fernando de Apure.
El 29 de marzo de 1847, el Departamento de Guerra y Marina de acuerdo a la Ley aprobada el 27 de mayo de 1845, acuerda concederle la cédula Número 327, correspondiente al grado de Teniente.
Veinticinco años después de la muerte de su valiente esposo, Juana Andrea comenzó a percibir una modesta pensión de 10 pesos mensuales. Esta cédula se reformó el 13 de julio de 1852, conforme la ley de dicho año, “y según el artículo 18 del decreto reglamentario”.
Por los documentos del Montepío militar se deduce que Negro Primero y Juana Andrea no tuvieron hijos. Por esto, se puede decir: que ambos vinieron a la tierra a cumplir una misión, y una vez cumplida, con ellos sucedió lo que decía nuestro Libertador Simón Bolívar cuando moría un héroe de la patria: “No ha muerto ni se teme que muera; pero si cesase de existir, vivirá siempre en los corazones de sus reconocidos compatriotas, y será eterno en los fastos de Venezuela”.
OBRAS CONSULTADAS:
Archivo General de la Nación. Caracas. Negro Primero. Ilustres Próceres. Tomo 14. Folio 81.
Autobiografía del general José Antonio Páez Tomo primero Colección Bicentenario Carabobo, Caracas, Venezuela, junio de 2021.
Centro de Historia del estado Trujillo 1976 Boletín Ediciones 27-30. “Negro Primero”. Enfermo acudió a combatir Pedro Camejo. M.A, Palma Labastida.
Carlos Solórzano Márquez: El Negro Primero. Caracas, 1971.
Dávila, Vicente. Diccionario Biográfico de Ilustres Próceres de la Independencia Suramericana. Caracas, Imprenta Bolívar, 1924. T. I.
Rojas Arístides, “El Negro I”. En: Machado, José, Siete estudios históricos de Arístides Rojas. Caracas, Litografía del Comercio, 1924.
➖➖➖➖➖➖➖
Manuel Ortega López
Cronista Oficial del municipio Pedro Camejo del estado Apure
cronistadepedrocamejo@gmail.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario