250 AÑOS DE LA FUNDACIÓN DE SAN JUAN DE PAYARA (1.769-2.019)
Pero San Juan
está
entre el
Payara
y el Cotayo:
A un paso el
Bucaral
y a otro paso
el Arauca:
en el paso,
donde
Florentino
derrotó al
diablo
hace siglos.
¡Y nosotros
seguimos
derrotándolo, Santa!.
Allá se come
en la Laguna
vieja
donde un día
te llevaré
para hacer realidad
el cielo de
los yaruros
que a veces
vienen
por encargo
otomaco
por mestizaje
de centauros,
a buscarme
y tocan la
puerta enorme
de mi corazón,
Santa.
El 17 de junio de 1768,
fray Alonso de Castro fue trasladado de Guayana a la misión de San Jaime importante
pueblo que fue cabeza de playa para las misiones del Apure. De esta población
fue enviado al Bajo Apure y le correspondió fundar con 547 indígenas Otomacos,
Yaruros, Guaranaos y Taparitas, la misión de la Purísima Concepción de Payara,
permaneciendo allí seis meses, tiempo en el cual le correspondió construir la
iglesia de la comunidad.
En la correspondencia
de los capuchinos dice que la Misión la Purísima Concepción en el sitio de San
Juan de Payara fue fundada como Pueblo de Misión viva, o reducción de indios a
inicios del año 1769. He aquí parte de dicha correspondencia:
El 5 de julio de 1777,
Gregorio de Benoacaz, dice: “La Purísima Concepción de Payara. Almas 530. Se
dio comienzo a esta Misión en el año de 1769, a distancia de dos días de camino
hacia el Norte de la Misión de Cunaviche y un día de camino de la expresada
Misión de San Rafael”.
El 20 de junio de 1781,
Buenaventura de Benoacaz escribe: “La Purísima Concepción de Payara. Almas 975.
Esta Misión a que se dio principio el año 1769 y dista del Río Apure como dos
días de camino; con indios gentiles Otomacos, Yaruros, Guaranaos Taparitas,
consta de setenta casas”.
El 10 de abril de 1788,
Buenaventura de Benoacaz escribe: “La Purísima Concepción de Payara,
jurisdicción de Barinas, Diócesis de Caracas. Esta Misión se halla entre los
ríos Payara y Atamaica, dándose principio a su fundación el año de mil
setecientos sesenta y nueve, con indios gentiles Otomacos, Yaruros, Guaranaos
Taparitas, consta de setenta casas”.
Todos los que
escribieron que la Purísima Concepción de Payara fue fundada el año 1769, lo
hicieron basándose en libro parroquial más antiguo que es el de bautismo, cuya
primera partida es de fecha 10 de febrero de dicho año, según informó el Obispo
Mariano Martí en su vista pastoral en 1780.
Por lo expuesto
anteriormente, es que se dice que hoy se cumplen 250 años, de la fundación de
San Juan de Payara, como Misión la Purísima Concepción de Payara.
***
Alonso de Castro fundó la Misión inicialmente a orilla del
río Payara y cuando la Iglesia se hallaba construida y techada hasta
la mitad, en invierno crecieron los ríos, y se anegó el terreno de la fundación
y la Iglesia, las aguas subieron a dicha iglesia cerca de una vara, por esta
razón el fraile fundador se retiró embarcado en una canoa, “y los indios se
mantuvieron dispersos, hasta que, pasada la inundación, volvieron a congregarse
con la precisión de que había que ser en el mismo sitio, porque ellos, a estas
incomodidades y a otras muchas, casi opuesta a la racionalidad, se acomodan muy
bien, y el pobre misionero precisado a pasar por todas con el santo fin de
civilizarlos y del que no se pierda la mayor parte de las almas, por medio de
la catequización y santo bautismo”. (Padre Carrocera: Misión de los Capuchinos
en los llanos de Caracas).
Al invierno siguiente
La Purísima Concepción, volvió a sufrir otra inundación anegándose y
perdiéndose toda, así lo informó Buenaventura de Benoacaz, en el año 1771.
Después de dicha inundación los habitantes situaron el pueblo sobre un alto médano
que está en la ribera Norte del río Cotayo distante una legua del río Payara.
“Que se convierte en isla durante el tiempo de las inundaciones”.
***
Sus
primeros habitantes como hemos escuchado en la
correspondencia de los capuchinos fueron las etnias indígenas: Otomacos,
Yaruros, Guaranaos y Taparita.
Los
Taparitas: eran comunidades de recolectores que vivían en
el territorio del Bajo de Apure y las costas del Orinoco. Eran más nómadas que
sus vecinos los Guamos, pues en época de verano se movilizaban constantemente.
Andaban desnudos, pero los hombres usaban una taparita seca y hueca, para
cubrirse el pene, de ahí deriva el nombre de Taparitas. Ellos estaban
relacionados con los Otomacos.
Los
Otomacos: eran indios que vivían en la región de Apure y las orillas
del río Orinoco y considerados distintos de otros grupos. Durante mucho tiempo
se mantuvieron en constante lucha con los Caribes, hasta que éstos comenzaron a
usar armas de fuego, que les eran suministradas por los holandeses.
Obedecían los otomacos
a una incipiente organización social y a cierto régimen de gobierno político a
su modo. La propiedad era colectiva y el producto de la pesca y las cosechas
eran distribuidas de acuerdo al número de cada grupo familiar, pero el trabajo
también era colectivo, todos se ocupaban haciendo algo en beneficio de la
comunidad.
Los otomacos creían en
un Ser Supremo, al que llamaban Yivi Uranga, lo que quería decir: “el que está
en lo alto”, o lo que es lo mismo “El Altísimo”. Este ser divino había creado
el mundo, y premiaba a los buenos y castigaba a los malos. Según parece, los
otomacos también creían en un espíritu del mal, a cual llamaban Tigüi-Tigüi,
nombre de un pájaro enemigo del hombre.
El matrimonio otomaco
era monógamo y los jóvenes eran casados inicialmente con las viudas más
ancianas para que aprendieran de ellas los secretos del sexo y las obligaciones
del hogar. Al enviudar los jóvenes de su primer matrimonio era cuando podía
casarse con una mujer moza, a la que le trasmitía su experiencia anterior.
La Purísima Concepción
de Payara era una misión otomaca y a ella llegaban los Yaruros para ser bautizados. Este grupo en las crónicas
españolas aparecen como Saruros, Jaruros, Zavuros y Yaruros; según parece
Yaruro o Jaruro es la palabra con que los guajibos conocen a esta gente, porque
entre ellos mismos se denominan con el vocablo “Pumé”. De este pueblo las
informaciones sobre el hábito de vida y costumbre, es de época reciente.
***
Este pueblo en donde
los Otomacos acostumbraban a elevar sus cantos a la luna, sus lloros y gritos
al amanecer, es el que cuenta con mayor evidencias, de ser el lar nativo del Pedro Camejo, conocido como Negro Primero.
Una de la evidencias es
la tradición oral que cuenta que en este pueblo apureño nació el negro Pedro
Camejo. De esta tradición seguramente se valió el historiador José Gil Fortoul
(1861-1943), para escribir en su libro Historia Constitucional de
Venezuela: “El teniente de caballería Pedro Camejo, natural de San Juan de
Payara, alistado como soldado en las tropas de Páez desde 1816, era conocido
por el apodo de Negro Primero, por ser una de las primeras lanzas llaneras”.
Otra evidencia está
presentada “en un testamento del cual nos habla Don Manuel Aquino Delgado, de
una compra realizada por parte de Don Bernardo Bautista Marrero que vivía en el
pueblo de El Calvario, dice que adquirió un Hato llamado Merecure de 58 leguas
en San Juan de Payara propiedad de Don Sebastian Mier y Terán, existía entre la
servidumbre los siguiente esclavos; José María y su Mujer Carmen, Miguelote y
su Mujer Felipa dos hijos de estos: Juana y Miguel, Juan Rafael, Pió Diego,
Toribio Gregorio, Juan Blanco, Andrés, Pedro José Eusebio (supuestamente Negro
Primero), Manuel José Becerra Xavier, Felipe, Juan, Carlos Francisco Aquino,
Franciscote y su Mujer Amacia y con 4 hijos, Pantaleón, Mindola, José y Juana.
Ahora bien este testamento se puede tomar como documento filiatorio por que
demuestra que Pedro Camejo nació en San Juan de Payara”. (Ítalo Jiménez
Laya: Esclavo, vaquero y prócer de la independencia, Ponencia presentada en el
Encuentro Extraordinario de Cronistas e Historiadores. San Juan de Payara, en
el año 2008).
A leer la autobiografía
del general Páez, podemos decir que Pedro José Eusebio, es sin dudas Negro
Primero, escribe Páez que el negro le dijo a Bolívar, cuando este estuvo en San
Juan de Payara, en 1818: “Yo había notado, que todo el mundo iba a la guerra
sin camisa y sin una peseta y volvía después vestido con un uniforme muy bonito
y con dinero en el bolsillo. Entonces yo quise ir también a buscar fortuna y
más que nada a conseguir tres aperos de plata, uno para el negro Mindola, otro
para Juan Rafael y otro para mí”.
También uno de los
documentos del Archivo General de la Nación, dice que Camejo: “Vecino de San
Juan de Payara, casó con Juana Andrea Solórzano que obtuvo el 47 Montepío
Militar, modificado el 52”.
Yo me pregunto: si
Pedro Camejo hubiera sido de otro pueblo de Apure ¿por qué no se avecindo con
su mujer en uno esos pueblos, sino en San Juan de Payara? La respuesta es muy
sencilla: Porque Pedro Camejo es natural de San Juan de Payara, como lo ha
contado siempre la historia.
Por esta razón el
pueblo que con el paso de los años se pasó a llamar San Juan de Payara en honor
a San Juan Evangelista Apóstol de nuestro Señor Jesucristo, es conocido con el
lema “La tierra del Negro Primero”.
***
Esta tierra que hacia
el año de 1790, vio nacer este prócer de la independencia, muchos que la han
visitado, la han descrito. A continuación le presento tres descripciones de nuestro pueblo:
José Joaquín de Soto,
secretario del Obispo Mariano Martí, en 1780 en la Visita Pastoral del obispo,
describe el pueblo así:
“Este Pueblo es de Misión viva, o
reducción de Indios, y los que lo habitan son de Naciones Otomacos, Yaruros,
Guaranaos y Taparitas; los demás de ellos son Gentiles; andan desnudos así los
hombres, como las mujeres, con solo un Guayuco, y viven en pequeños Bugíos, o
Cobertizos de Palma: Hay también algunos Vecinos Españoles, y de otras Castas,
de los cuales unos habitan en los Campos, donde tienen sus Labranzas, y
principalmente Hatos de Ganado Vacuno, de Mulas, y de Caballos: Se comenzó a
fundar dicho Pueblo el año del mil setecientos sesenta y nueve por los
Religiosos Capuchinos Andaluces Misioneros de esta Provincia; Corre a cargo de
ellos, y pertenece al Vicariato de la Villa de Calabozo: Su Territorio consiste
en diez Leguas de Oriente a Poniente, y otro tanto de Norte a Sur; de cuyo
Terreno, que es casi todo llano, se inundan algunas partes en tiempo de
invierno: Al Oriente confronta con el Pueblo de San Rafael de Atamaica,
distante seis Leguas: al Poniente con el supradicho Pueblo de Achaguas,
distante veinte Leguas; al Norte con la Villa de San Jaime, distante catorce
Leguas; y al Sur con el Pueblo de Cunaviche, distante de diez Leguas.
“La Iglesia de este
Pueblo está dedicada a la Inmaculada Concepción de Nuestra Señora: su fabrica
es de un Cañón de paredes de Bahareque doble, y Techo de Palma de mediana
Capacidad; tiene un Pórtico, y Sacristía de semejantes materiales, y un
Cementerio cercado con Paredes de Bahareque: Sus Altares son dos, a saber, el
mayor en que está colocado el Santísimo Sacramento a devoción del Misionero; y
otro al lado de la Epístola, dedicado a Nuestra Señora del Carmen: La fuente
Bautismal está en un Angulo cercado con Baranda de madera”.
Desde 1818 el pueblo
quedó en la memoria del Oficial de la Legión Británica, y nos trasmite como era
el pueblo cuando él lo visitó:
“Cuando desembarcamos
frente a Caujaral, nos proporcionaron caballos que nos condujeron a la ciudad
de San Juan de Payara, donde las tropas con que salimos de Angostura habían
recibido orden de descansar algún tiempo antes de reunirse con el ejército de
Bolívar. Este general estaba entonces a unas doce leguas de allí, ante los
muros de San Fernando, ciudad fortificada sobre el Apure.
“La ciudad de San Juan
está situada a lo largo de las llanuras y edificada en una colina de arena, que
se convierte en isla durante el tiempo de las inundaciones.
“Las casas son de
tierra y ofrecen un aspecto miserable. Tienen, sin embargo, tejas, lo que es un
signo de extraordinaria civilización en los Llanos. La vegetación sería nula en
las proximidades de Payara, si no se diese la vinilla, o árbol que produce el
aceite de castor y algunos mezquinos tamarindos. Los habitantes son harto
indolentes para abrir pozos y van a buscar el agua a una laguna de aguas
estancadas, aunque pudieran proporcionársela excelente en un arroyo que no
dista más de media legua de la población”.
En el Censo Oficial de
1873, San Juan de Payara tenía rango de distrito adscrito al departamento Bajo
Apure. En 1875 se publicaron los Apuntes estadísticos del estado Apure por
orden del general Guzmán Blanco y en donde se realiza la siguiente descripción
San Juan de Payara:
“Distrito San Juan de
Payara. El pueblo se halla situado sobre un alto médano que está en la ribera
Norte del río Cotullo [sic por Cotayo] distante una legua del río Payara.
“Tiene una buena
iglesia, cubierta de tejas, recientemente construida y las casas son, como las
de San Rafael, con techo de pajas, palma de sombrero y gamelote. Las calles
están cortadas en ángulos rectos y son muy secas, por la situación del pueblo.
“Tiene también un buen
cementerio situado al suroeste de la población. Hay varios establecimientos mercantiles
permanentes, aunque el negocio más frecuente es situar casas transitorias para
hacer compras de ganado, queso, cuero de res y de venado, carne, pescado salado
y maíz.
“En las costas de los
ríos Apure-Seco, Payara, Cotullo [sic por Cotayo] Bucaral, Arauca y Atamaica se
cultiva toda clase de frutos menores”.
***
En esta población al
igual que en todas las del estado, existen referencias a sitios de gran
interés histórico o popular. Se mencionan a continuación algunos de ellos:
Plaza Negro
Primero: Es de gran interés histórico para San Juan de Payara, porque en
esta Plaza y sus alrededores, durante la guerra de la independencia estaba
establecido el Cuartel General de José Antonio Páez, y allí estuvo el
Libertador Simón Bolívar, Antonio José de Sucre, Rafael Urdaneta, José Antonio
Anzoátegui, Manuel Cedeño, entre otros héroes de la independencia. En esta
plaza fue donde se conocieron el Libertador y Negro Primero.
Plaza
Bolívar: Esta plaza con la iglesia San Juan Evangelista hacen un complejo
en el centro de la población. En esta plaza estuvo el insigne escritor Rómulo
Gallegos en 1959 haciendo entrega de títulos de propiedad a los propietarios
del hato “La Candelaria”. El 1 de marzo de 1986, en sesión solemne del Consejo
Municipal del para entonces Distrito Pedro Camejo, fue bautizado el libro
Palabreus del escritor payareño José Vicente Abreu.
Iglesia
Parroquial: Es la primera institución religiosa del pueblo, su fundación
como se puede ver en la historia está aunada a la del pueblo. En ella hacia el
año 1818, se casaron Pedro Camejo, Negro Primero y Juan Andrea Solórzano. Esto
se deduce porque en el año 1846, cuando Juana Andrea solicita un montepío
militar por ser viuda de un prócer de la independencia venezolana, el padre
Julián de Santos, párroco de San Fernando de Apure certificó que en los libros
de ese pueblo no aparecía la partida de matrimonio y los de San Juan de Payara
que existieron en el archivo parroquial, fueron devorados por los insectos
cuando ejercía el curato en ese pueblo el padre Juan Bernardo García.
***
Un
pueblo lo hacen sus hombres y sus mujeres, lo
edifican con su acción y su pensamiento, con sus sueños e incluso con sus
locuras. Esto quiere decir que para conocer un pueblo y para formarse un juicio
valedero de su destino hay que estudiar a sus hombres y mujeres representativos
siguiéndolos en sus obras a través de las etapas creadoras de su cultura.
Fray Jerónimo de
Lucena, misionero capuchino que evangelizó por 23 años en este pueblo,
desde 1774, hasta el día de su muerte en 1797. El padre Lucena conoció a la
perfección las lenguas hablada por los Otomacos, Taparitas y Yaruros, esto lo
llevó en 1788, en San Juan de Payara, a copiar en distintos días tres
vocabularios, la de los Otomacos el 16 de noviembre, la de los Taparitas el 22
del mismo mes, y la de los Yaruros, el 5 de diciembre, lo que llevó al padre
Lucena a ser el autor más conocido de trabajos lingüísticos de la Misión de los
llanos de Caracas.
Pedro Camejo, “Negro
Primero”, prócer de la independencia de Venezuela inmortalizado por su
valor y heroísmo en las Batallas de Mucuritas, las Queseras del Medio y
Carabobo, en donde ofrendo su vida por la independencia de Venezuela.
Juana Andrea Solórzano,
“la Bizarra”, esposa del Negro Primero era una zamba libre, que desde joven
acompañó Páez en sus heroicas hazañas por la libertad de Venezuela del imperio
español, actuando como “tropera”, cocinando para los soldados, lavando ropa,
cargando armas y pertrechos para las huestes del catire, también ayudaba
en el cuidado de heridos y parturientas.
José Vicente
Abreu, Narrador, poeta, y periodista. Cursó estudios de Periodismo en la
Universidad Central de Venezuela y Educación en el Instituto Pedagógico
Nacional. Coordinador de los talleres del Celarg. Militante revolucionario, padeció
cárcel, persecución y exilio, tanto en la dictadura perezjimenista como en los
gobiernos “democráticos”. Sírvase como ejemplo su reclusión en el campo de
concentración de Guasina y su participación en el alzamiento de Carúpano en
1962. De su obra destacan: Se llamaba SN (novela-testimonios), Guasina (Donde
el río perdió las siete estrellas), Las cuatro letras (novela-testimonio),
entre otras piezas narrativas. En poesía: Manifiesto de Guasina, Camarada-santa
(Yo soy el guerrero muerto) y en lo ensayístico: Rómulo Gallegos; ideas
educativas en “La Alborada”.
***
Las lecciones de 250
años de historia de San Juan Payara, los ejemplos de nuestros antepasados y de
sus hijos ilustres, han de servirnos (como decía el Libertador) “como otros
tantos fanales colocados en medio de las tinieblas de lo futuro”.
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